Cada dia me sorprendo mas, al ver, que como un cualquier hijo de vecino tropiezo mas de cien veces con la misma piedra, y tambien como cualquiera, me levanto finjiendo que aqui no ha pasado nada. Con todo lo complicados que presumimos ser, y los simples que en realidad somos.
Me levanto cantando como cualquier princesa de cuento y me acuesto refunfuñando y maldiciendo, como aquella señora tan simpatica que le preguntaba a un espejo quien se atrevia a ser mas hermosa que ella en todo el reino.
Juego con fuego sabiendo que me voy a quemar, pero lo peor esque puede que alguien se queme conmigo, y se que por ahi no deberia pasar... pero esa piedra no deja de llamarme al tropezon.
pues ha tropezar se ha dicho, hasta que sangren las rodillas, haber si asi alguien que, como hacia mi madre cuando era pequeña, me sopla en la herida y me dice con convencimiento "ala! ya esta", y vuelvo a echar a correr.
Y aqui, como siempre, no ha pasado nada.
jueves, 24 de abril de 2008
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